miércoles, 25 de agosto de 2010

R E I R Y S E R F E L I Z


Leí por ahí en internet unos tips para ser feliz y elegí tres para compartir con ustedes, creo que realmente son pequeñas cosas que pueden hacer la diferencia cada día.
Autor del documento, Manuel Giraudier, postgraduado en Dirección de Recursos Humanos

¿Te ríes?


¿Qué es lo primero que enseñamos a nuestros hijos cuando son recién nacidos?
A reír.



Reír es sinónimo de alegría y la alegría es una tendencia innata en nosotros. La alegría es prima hermana de la felicidad, por eso todos nuestros actos, impulsos y pensamientos tienden a la felicidad, aunque el entorno y la sociedad nos lo pongan difícil.


"Todos los hombres buscan la felicidad, hasta los que se suicidan", decía Pascal.
Ser feliz es asumir la vida, es reír a pesar de...Hay personas a las que siempre se las ve con el ceño fruncido. Ni una leve sonrisa aparece en sus labios. Estas personas están tensas. Y la tensión es un caldo de cultivo en el que se potencian las enfermedades psicosomáticas. (también, dría yo, afectan las relaciones interpersonales y el clima familiar o laboral, depende en donde vean lo fruncido del ceño)


Reír ayuda a relajarse. Un ejercicio muy bueno para esto es grabar a través de tu vídeo todas las películas y espectáculos de humor que puedas, y disfrútalos cuando dispongas de un momento tranquilo. Hoy en día se está poniendo muy de moda la risoterapia (para todo mal moderno hay una terapia, en el pasado era 10 aves maría y 10 padres nuestro, era más barato), una terapia efectiva y relajante.


Cuando se está triste o alegre, todas las células del cuerpo terminan por saberlo y ese malestar se traslada a todo tu cuerpo. Por ello, es importante cuidar tus estados de ánimo y REIR CADA Y DIA A CADA RATO, con reír además se usan 14 músculos y enojado son muchos más.







Decía Séneca que el mundo se compone de los que dan y los que reciben. Y que quizá los que reciben coman mejor, pero los que dan duermen mejor.

Es evidente que en un momento u otro de nuestra vida todos hemos recibido, sea dinero por nuestros servicios, o cariño, satisfacciones, disgustos, etc. Pero, ¿nos hemos detenido a pensar en cómo recibimos? Hay quien recibe obligando a quien le da, hay quien recibe con desprecio o hay quien lo hace con generosidad.
Ésta es precisamente la cualidad que nos ha de guiar cuando demos en lugar de recibir. Todos, en un momento u otro, hemos dado. En distintas ocasiones y por diferentes motivos, unos más y otros menos. Hemos dado amor, comprensión, consuelo, paciencia, favores, resignación, disgustos, trabajo, etc.

¿Has sentido satisfacción cuando has dado, sin esperar nada a cambio? La generosidad provoca satisfacción, practícala.


Tu mochila

¿Has hecho inventario de todo lo que llevas en tu mochila?

La vida ha sido generosa contigo, pues una buena parte de lo que hay en ella, te lo han regalado. Seguro que también hay cosas que te han costado. Y por algunas quizás has tenido que pagar un buen precio.


Pero a pesar de esto, el balance es positivo. Analiza lo que eres y lo que podrías ser. ¿Te satisface? ¿O bien te molesta lo que llevas dentro? ¿Tienes conocimiento de todo su contenido?

Todos llevamos en la mochila algo que nos disgusta, que nos pesa. A cada uno de nosotros nos parece que nuestro propio peso es mayor que el de los otros. Pero sólo es una percepción. ¿Qué pesa más, un kilo de hierro o un kilo de paja?